EL SECRETO Y LA SECRETARIA
Ser Secretaria por definición debe cuidar “secretos”, porque secretaria viene del latín secretum. Todas las profesiones tienen siempre un secreto profesional, como en el caso de un médico que debe mantener reserva acerca de la ficha clínica de un paciente; un abogado respecto a las actividades de su cliente; un ejecutivo financiero respecto a las finanzas de su cliente, etc.
Sin embargo, la historia y la costumbre ha asignado con el nombre de esa cualidad, a una sola profesión o actividad: la de la Secretaria.
¿Por qué? Una de las razones es que la Secretaria es un asistente directo de cualesquier profesional, o de cualesquier cargo directivo, ya sea público o privado. Y por lo tanto, debido a que tiene una relación tan cercana con la persona a la cual asiste, se entera igualmente de todos los secretos profesionales de su jefe. Entonces a esta particular asistencia, se le exige como primerísima condición el Secreto. De allí el nombre de Secretaria.
Es decir, son cualidades inherentes a la Secretaria la mantención de la confidencialidad, la reserva, la discreción, el silencio, el escuchar más de lo que habla.
Por lo tanto, no puede ser una eficiente secretaria, quien tiende al “copucheo”, al chismorreo, a ser el centro noticioso hablando más de la cuenta de las actividades de su trabajo.
Una secretaria se contrata para que sea un asistente de alguna actividad y si no mantiene la reserva sobre los asuntos de su trabajo, simplemente vulnera la esencia misma de su profesión, aunque se haya titulado de Secretaria.
Podríamos señalar muchas cualidades de una secretaria eficiente y destacada, pero si no cumple con la condición de la reserva y confidencialidad, no sirve para el cargo.
Reiteramos que Secretaria viene de “secretum” o de guardar reserva sobre ciertas materias. Eso es lo que define el cargo. La confidencialidad, el silencio.
Naturalmente tiene que existir un buen criterio. Si la secretaria guarda toda la información y no comunica lo que su jefe le ha pedido, tampoco le sirve.
Pero siempre eso se puede corregir. Pero ser deslenguada y ufanarse de los conocimientos que maneja para ganar poder, autoridad o ascendencia sobre los demás, siempre va a terminar en un despido, porque el hablar en exceso puede causar un grave daño personal, moral y financiero sus jefes y a la empresa.
Perder la confianza del Jefe o de la empresa, es muy grave. Una secretaria es una persona de confianza de quien la ha contratado. Roto ese hilo de oro, normalmente no hay como reconstruirlo.
Un filósofo enseñó que “ Uno es dueño de lo que calla, y esclavo de lo que habla”. Mantener eso en mente.
Sin embargo, los valores superiores del espíritu son superiores a cualesquier otro valor, cuando colisionan la ética del jefe o de la organización a la cual trabajamos, con los valores universales del ser humano.
Y si nos vemos obligada a guardar secretos que son constitutivos de delito, de alguna forma nos hacemos cómplices de ellos. Por lo tanto, lo más razonable para una secretaria que enfrenta un escenario semejante es directamente abandonar el cargo y buscar otra oportunidad laboral rápidamente. Porque normalmente el hilo igualmente se va a cortar por lo más delgado. Es decir, los jefes salen más o menos protegidos, pero la Secretaria puede ser moralmente muy dañada en una investigación
Si las actividades constitutivas de delito las realiza el jefe máximo de la empresa, y somos su secretaria, o ese líder está al tanto igualmente de las maniobras del jefe del cual eres su secretaria, y por lo tanto, son cómplices o tienen concomitancia, entonces no tienes a nadie dentro de la organización para defender la situación. En ese caso es mejor que te vayas rápidamente antes que quedes manchada por pertenecer a una organización con conductas reñidas con la ética y las leyes.
Si en cambio, el que falla a la ética y a las leyes no es el jefe máximo de la organización y existen otras alternativas de trabajo dentro de la misma empresa, siempre puedes acudir a ese jefe para solicitar un traslado de área de actividad.
No existe pérdida de la reserva y del secreto de una Secretaria cuando se ve obligada a denunciar actos delictivos ante sus Jefes Superiores o ante organismos contralores externos o ante la Justicia. Porque el mayor valor de toda sociedad y acuerdo entre personas, es la Justicia. Ella nos da a todos deberes y derechos, y el equilibrio de ambos permite la existencia de una vida civilizada. Transgredir los deberes o derechos de otros, es una falta, es un atropello, o directamente un delito.
Por lo tanto, la mantención del secreto no puede atentar contra la Etica y la Justicia humanas. Puede tener un costo personal para la secretaria defender correctamente este punto de vista, pero una secretaria valiente, honesta y justa, siempre encontrará Jefes y empresas dignas de esa altura ética y profesional.
Y la ética y la honestidad son altamente valoradas por las empresas. Las conductas contrarias son altamente castigadas social y profesionalmente, especialmente en una secretaria, porque tiene total acceso a la información personal y profesional de sus jefes.
Pero trasgredir la ética, la honestidad y la justicia humanas, aunque pueda tener un beneficio de corto plazo por defender un trabajo a ultranza, termina teniendo una sanción social y pública de gran magnitud. Tal vez sea muy difícil volver a encontrar trabajo como secretaria por muchos años o por el resto de la vida.
Indudablemente que todos cometemos errores y valientemente podemos reconstruirnos. Dicen que los Santos adquieren su santidad no por ser perfectos desde niños, sino porque a pesar de haber cometido faltas, se han levantado sobre si mismos y han logrado niveles altos de perfección y equilibrio humanos. Y más allá de ser Secretaria, somos primero seres humanos. Y si el camino de la perfección me aleja del cargo de secretaria, pero me transforma en un ser humano más sabio, entonces las duras pruebas sirvieron para alcanzar el mayor éxito de todos: ser un ser humano más completo y mejor.
Por lo tanto mantener el secreto de las actividades profesionales al mismo tiempo que se mantiene la ética, la honestidad y la justicia, son el alma misma de ser Secretaria. Todo junto. Todo simultáneamente.
No sólo traerá recompensas materiales en promociones y mayores responsabilidades profesionales, sino que también tendrás un alma luminosa y un claro camino espiritual construido por ti misma.
Ascender en el camino de la perfección profesional, humana y espiritual, ¿qué mayores recompensas pueden existir para una Secretaria?
asesoria.ejecutiva@gmail.com
jueves, 18 de diciembre de 2008
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